REFLEXIONES, EJERCICIOS Y MEDITACIONES
Hola!
Gracias por comprar SUMMARIUM-Bienestar Organizacional, por apoyar a la fundación Gloria Latorre y por acceder a esta página de Reflexiones, Ejercicios y Meditaciones, que complementan el capítulo en el que te comparto UN CAMINO PARA SEMBRAR FELICIDAD EN TU ORGANIZACIÓN, basado en mi libro CÓMO SEMBRAR FELICIDAD EN LA ORGANIZACIÓN Y EN TU VIDA, el cual te invito a leer.
Sembrar Felicidad es el camino para tener personas felices, organizaciones sostenibles y sociedades sanas. Para lograrlo es necesario tener un terreno fértil, representando en una cultura organizacional centrada en las personas y semillas saludables, representadas en el reconocimiento y habilitación de las Competencias Internas de todos los colaboradores.
Reflexiones para construir una cultura centrada en las personas
Estas son algunas reflexiones para activar los 6 pilares de una cultura centrada en las personas:
1.Propósito Inspirador:
Te invito a que revises el propósito de tu empresa. Luego, comunícalo y úsalo para atraer e inspirar a tu gente. Motiva a tus líderes para que revisen también el propósito de cada una de sus áreas, de forma que todas las personas en tu organización se sientan inspirados por el propósito organizacional y el propósito de su área.
Usa el propósito como un imán para atraer solamente a las personas que resuenen con él. Tendrás un equipo de personas inspiradas, orgullosas de ser parte de ese propósito, aportando con amor sus talentos y disfrutando lo que hacen. Su impacto es muy poderoso y se reflejará tanto en el bienestar de las personas, como en los resultados del negocio.
2.Quitarse de en medio:
Para crear un terreno fértil, donde la emocionalidad principal sea la confianza, ten en cuenta estas 7 recomendaciones:
Invita a tu organización a personas que resuenen con el propósito de esta. No te apresures a contratar a alguien por sus habilidades técnicas. El conocimiento es fácil de adquirir cuando tienes la motivación. Pon énfasis en su actitud y en que el propósito los entusiasme. Contrata personas alegres.
Ya que tienes al equipo correcto, que resuena y vibra con el propósito organizacional, quítate del camino y permíteles hacer su trabajo. Bien dice el refrán: “mucho ayuda quien no estorba”. Dales autonomía para que hagan su trabajo aportando su estilo particular, siempre animándolos a responder por su trabajo.
Elimina la fuerza o la amenaza como razón para hacer que las cosas pasen. Si usas la fuerza o la amenaza lograrás justo lo contrario.
Permite que tu equipo opine abiertamente. Permite que estén en desacuerdo contigo. Motiva los debates con argumentos. La fricción que nace de la pasión por lo que se hace es constructiva, genera movimiento y nuevas ideas. Lo que sí tienes que asegurar y cuidar en todo momento es que haya total acuerdo con el propósito. El propósito es el que une las diferencias y las orienta a la misma dirección.
Crea espacios para compartir las emociones. En la mayoría de las empresas no se ve bien que las personas expresen sus emociones. Es justamente todo lo contrario; un trabajo sin emoción es como estar muerto en vida. Todos tenemos circunstancias en nuestras vidas que nos generan preocupación, tristeza, miedo, rabia y también tenemos eventos que nos llenan de alegría e ilusión. Inicia cada reunión con una corta ronda de “check-in” para compartir nuestras emociones y estado de ánimo y cierra la reunión con una ronda de “check-out” para compartir en qué estado nos vamos y qué nos llevamos de la reunión (aprendizajes, emociones, tareas por realizar). Abrir el espacio para compartir nuestra humanidad fortalecerá la cohesión del equipo; fortalecerá su capital social.
Crea la práctica de aprender del error. De esta forma, todos verán el error como oportunidades para crecer, por lo que no sentirán miedo para reconocerlo; tampoco sentirán miedo para cometerlo, lo que incrementará las posibilidades de actuar e innovar. Para aprender del error, practica estas preguntas pedagógicas: ¿Cómo hiciste para generar el resultado no deseado?, ¿Cuál fue la consecuencia de este error?, ¿Qué puedes aprender de esta situación?, ¿Qué puedes hacer ahora para reducir al máximo el daño causado? Como ves, todas estas preguntas reconocen el poder de quien cometió el error, lo invitan a la reflexión y le permiten asumir, hacerse cargo y responder. En este enfoque no existe el castigo. El castigo hará que las personas oculten sus errores y se pierda la oportunidad del aprendizaje, haciendo que la compañía se vaya deformando y perdiendo su viabilidad en el largo plazo.
Permite que las personas asuman sus aprendizajes y los resultados de sus acciones. Si tú interfieres asumiendo las acciones de otra persona, o haciendo el trabajo de otra persona, jamás lograrás que tu equipo crezca. De hecho, interferir de esta manera es un acto de irrespeto enorme hacia esa persona.
3.Liderazgo por Sabiduría:
Si eres el líder jerárquico, dedícate a servir a tu equipo. Dedícate a apoyarlos, a quitar los obstáculos que accidentalmente la organización puede haber puesto en el camino. Invítalos a la reflexión y rétalos a que saquen a flote sus talentos y su máximo potencial con pasión y alegría. Conéctalos frecuentemente con el propósito inspirador del equipo y de la organización. Promueve el liderazgo por proyectos, permitiendo que la mayoría pueda liderar según su nivel de sabiduría y experiencia. Tendrás un equipo inmenso y poderoso.
4.Los Mínimos:
Experimenta con tu equipo dándoles la libertad de gestionar sus retos de la forma como ellos mejor lo consideren. Anímalos a superarse a sí mismos, a ser conscientes de su crecimiento y a disfrutar el proceso. No les pongas techo a su capacidad de aportar a la organización.
5.Aprendizaje Organizacional:
Revisa tus procesos, define claramente el propósito de cada uno, quítate de en medio y permite que cada persona aporte sus talentos y su máximo potencial al servicio de cada propósito. Anima a tu gente a aprender cada día para evolucionar la forma de trabajar. En tu organización tienes un ejército de personas con una gran capacidad creativa y con deseo de aportar y de hacer y ser la diferencia.
6.Ser Competentes:
En tu organización, ¿Qué tanta energía está dedicada a compararse con sus competidores y qué tanto de los objetivos están relacionados con competir? Por otro lado, ¿Qué tanto tiempo y energía dedican a ser cada vez mejores para sus clientes y qué tanto se valora el aprendizaje organizacional como camino para lograrlo?
El reto de crear una cultura Centrada en las Personas
Este tipo de cultura tiene un gran reto. Como ya te lo mencioné en el texto, el terreno fértil lo hacemos las personas, que, a su vez, somos las semillas. Un terreno fértil requiere que sus semillas sean sanas; que las personas tengan un alto nivel de madurez y conciencia. Esto nos pone en el dilema: ¿Qué es primero, el huevo o la gallina?, ¿la cultura o las personas?
En mi opinión, dado que las personas somos el origen y el fin de todo, lo primero somos las personas. No es posible vivir una cultura compuesta por estos 6 ingredientes si las personas no están preparadas para esto. Por eso hay que hacer un trabajo previo con las personas.
Hace unos años fui a visitar a un amigo, quien era en ese momento el CEO de una compañía multinacional de servicios de tecnología. Mi intención era venderle mis programas de capacitación para su gente. Cuando él escuchó mi historia y mi propuesta de valor, me comentó que la compañía de la cual él era el CEO, había sido fundada con esos principios, los cuales me compartió uno por uno. Al escucharlos, quedé impactado porque no creí que pudiera existir hoy en día una organización con una cultura tan revolucionaria. Esta empresa llevaba muchos años en el mercado y con ritmos de crecimiento y de impacto bastante altos. Por eso, en muchas sesiones con otros clientes, la utilicé como ejemplo de cómo era posible tener una cultura que fuera terreno fértil para que su gente aportara su máximo potencial. Hace poco volvimos a hablar y me comentó algo que me hizo reflexionar sobre lo frágil que puede ser este tipo de cultura si las personas no tienen el nivel de madurez y conciencia. Dada el alto grado de libertad y bajo grado de control, es posible que una persona, con una jerarquía alta, haga cosas que van en contra de la cultura, debilitando su esencia e, incluso, poniéndola en riesgo. Eso pasó en esta organización, lo que motivó su decisión de retirarse, ya que quien rompió con el frágil tejido de la cultura había sido una persona de una jerarquía superior.
Es muy importante asegurar que todas las semillas que conforman la organización estén sanas y que las nuevas semillas que van ingresando pasen por un proceso de “restauración de su ADN”, como parte del proceso de inducción, para evitar un efecto de contaminación en el mediano o largo plazo. Esto es muy cierto, sobre todo en compañías que, como la de mi amigo, crecen muy rápidamente.
La mayoría de nosotros hemos sido formados y hemos trabajado en entornos dominados por la autoridad jerárquica, la imposición, el miedo, la zanahoria y el garrote, por lo que podríamos decir que, como semillas, la información de nuestro ADN está dañada o modificada. Necesitamos recuperar la información original, a partir del reconocimiento y habilitación de nuestras Competencias Internas.
Guía para identificar tu Propósito Personal
Te invito a descargar este PDF que te guiará, a través de preguntas, a conectar con tu propósito personal:
Una reflexión para conectar con QUIÉN ERES, tu verdadera esencia
Para complementar el concepto de ¿quién eres? te quiero compartir una historia muy bella que encontré en un libro y que es el resumen de la historia original escrita por Neale Donald Walsch:
“Érase una vez un pequeño Ángel que vivía en el cielo. Él sabía que era Dios, sabía que era luz y sabía que lo único que existía era el amor. Un día estaba caminando por el cielo y escuchó otros angelitos hablando sobre el dolor y el miedo. Les preguntó: “¿Qué es eso llamado dolor? Nadie podría hacerme daño pues yo soy Dios, yo soy la luz. Y ¿qué es eso llamado miedo? ¿A qué podría yo temerle si lo único que existe es el amor?”.
Los otros angelitos le dijeron: “Si, sí lo sabemos, lo sabemos… es un juego”. El angelito exclamó dando brincos de emoción: “¿Un juego? ¡Me encantan los juegos! Quiero jugar, quiero jugar”. Los otros ángeles respondieron: “Espera un minuto, no es tan fácil. Primero, tienes que bajar a la Tierra y tienes que encontrar a alguien que quiera jugar contigo, alguien que quiera herirte y asustarte profundamente”. El angelito dijo: “¡Uy qué maravilla! ¿Quién quiere jugar conmigo y herirme intensamente y asustarme mucho? ¿Quién me ama tanto?”
Un angelito se acercó y dijo: “Yo juego contigo”. Y el pequeño Ángel preguntó: “¿De veras? ¿Prometes herirme mucho y asustarme mucho? ¿Tanto me amas?” El ángel le contestó: “Sí, te lo prometo, pero tú también tienes que prometerme algo, prometerme que te vas a acordar de que esto es solo un juego”.”
Espero que lo veas claro, no eres un cuerpo físico capaz de vivir experiencias espirituales; eres un ser espiritual viviendo una experiencia en el mundo físico. Una experiencia que tú decidiste vivir para expandir tu esencia. Una experiencia en la que todo lo que existe, lo único que existe, es Amor. Tal vez tú y yo no recordemos cuál es el plan, pero, recordarlo, es parte del proceso de aprender a ser feliz.
Meditación para la Expansión del Espíritu
Si quieres vivir la experiencia de reconocer tu esencia, te invito a hacer la meditación para la expansión del espíritu, la cual podrás realizar o descargar aquí:
Del Resentimiento a la Paz
Te invito a explorar estas reflexiones y/o acciones para reconocer y activar en ti las Competencias Internas que te ayudarán a liberarte de los estados de Resentimiento, para pasar al estado de Paz.
Gratitud:
Te invito a hacer este ejercicio de gratitud: Identifica al menos 2 personas a quienes quieras expresar tu gratitud por algo específico que hayan hecho y que, gracias a eso, tu vida fue más agradable en ese momento. Por ejemplo, alguien que te invitó a subirte a su carro cuando caía un fuerte aguacero y te estabas mojando, o esa persona que te explicó cómo armar el informe más fácilmente en una hoja de cálculo. Ahora identifica al menos 1 persona con quien hayas tenido una situación difícil o desagradable, pero de la cual reconoces que ganaste uno o varios aprendizajes que te hicieron más fuerte, o más hábil. Por ejemplo, tu jefe que te despidió de tu empleo y que, gracias a ese despido, pudiste conseguir un mejor empleo, o te diste cuenta de un error que estabas cometiendo y que, al corregirlo, tu carrera profesional se disparó hacia arriba. A esas personas escríbeles una nota dejando claro cuál fue esa acción por la cual le expresas tu gratitud, fírmalo con tu nombre y entrégasela, ojalá de forma personal y presencial. Si no es posible, entrégasela de forma electrónica, pero personalizada. Verás el impacto tan agradable que eso generará en ti y en la relación con la otra persona. Tal vez te des cuenta de que tienes muchas más personas a quienes quisieras expresarle tu gratitud, así que hazlo. Solo traerás más regalos a tu vida.
Resignificar:
Te invito a que hagas este ejercicio: Identifica una situación dolorosa que hayas vivido y que la recuerdes de esa forma, con dolor. Intenta descubrir qué aprendiste de esa situación. Siempre hay aprendizajes y, si haces la tarea de responder de forma consciente, encontrarás la respuesta y, por tanto, la ganancia. Pregúntate también qué oportunidades se abrieron para ti a raíz de esa situación dolorosa. Tal vez la pérdida de un ser querido te exigió cambiar de ciudad, lo cual te permitió descubrir un don que tenías dormido, o entraste a trabajar en una empresa en la que has venido construyendo una carrera exitosa. Recuerda qué personas conociste a raíz de esa situación, de forma directa o indirecta. Tal vez esas personas que conociste a raíz de la situación dolorosa, años después se convirtieron en grandes apoyos para ti. En la vida, las piezas del regalo no llegan todas al mismo tiempo. Algunas las recibes de forma inmediata y otras poco a poco. Por último, pregúntate qué descubriste sobre ti y sobre tus capacidades. Muchas veces sentimos miedo de tomar ciertas decisiones y una situación dolorosa nos impulsa a actuar para descubrir que el poder siempre estuvo ahí con nosotros y ahora lo podemos aprovechar cada vez que lo necesitemos. Al reconocer todas las ganancias de la situación dolorosa, comprende que el propósito pedagógico de estas experiencias es ayudarnos a descubrir el amor en medio del dolor y que, en realidad, lo único que existe es el amor. Recuerda la frase que me encanta y que dice: El Amor es todo lo que te sucede para que puedas comprender el Amor. Con esa comprensión, dale un nuevo significado a la experiencia dolorosa. Repolariza el recuerdo doloroso y reemplázalo por un recuerdo de ganancia y aprovechamiento.
Perdón:
Te invito a hacer este ejercicio para guiarte en el proceso del perdón: Identifica a una persona que te haya causado dolor. Imagínala que está frente a ti. Esa persona podrías ser tú mismo. Recuerda la acción que esa persona hizo y revive el malestar y el dolor. Trae a tu mente todas las emociones y los pensamientos que acompañaron el sufrimiento. Siente el malestar en tu cuerpo.
Ahora deja de enfocarte en el malestar y pon tu atención en la persona. Mira su alma con los ojos de tu alma. Ponte por un momento en su lugar y pregúntate: ¿Qué pudo haber vivido en su vida que la haya llevado a actuar así? ¿Qué le faltaba en su vida? ¿Qué dolor pudo haber sufrido, que la llevó a herirte? Piensa que las personas que sufren dolor causan dolor. Trata de imaginar cómo esa persona ve el mundo y qué la llevó a hacer lo que hizo. Recuerda que esa persona, al igual que tú, está aprendiendo a ser feliz, cometiendo errores en su camino. Permítete sentir compasión por esa persona, por el dolor que puede haber pasado o está aún pasando.
Piensa ahora en ¿Qué has aprendido o puedes aprender con esta situación? ¿Cómo te ha ayudado a crecer y a mejorar como persona? Agradécete a ti mismo los aprendizajes que has ganado y que te han permitido crecer.
Mientras sigues viendo a esta persona frente a ti, perdona. Dile que tú has decidido dejar de cargar con ese resentimiento y ese dolor, que la liberas y que tú has decidido liberarte. Te acercas a esa persona y, desde tu alma, pura, perfecta y amorosa, ves su alma, también pura, perfecta y amorosa. La abrazas con fuerza y la irradias con todo tu amor. Sientes la fuerza del amor llenando todo tu cuerpo, dejándote con una sensación de libertad, bienestar y paz.
Al perdonar a esa persona e irradiarla con tu amor, ves cómo ese incidente se desvanece y ya no te frena ni te pesa.
Este ejercicio lo puedes hacer también usando como guía la meditación para el perdón, la cual podrás realizar o descargar aquí:
Asumir:
Te invito a que te preguntes en qué situaciones retadoras de tu vida reconoces que estás “huyendo”, tratando de evitar asumir las consecuencias de tus acciones o que estás culpando a otros por tus emociones, renunciando a tu poder y a tu capacidad de asumir y hacerte cargo. Para cada una de esas acciones, identifica qué acciones podrías hacer a partir de ahora, para recuperar tu poder y reconocer tu capacidad de asumir y de aprender de estas situaciones. Recuerda que al asumir, siempre ganarás y al huir o al culpar, siempre perderás; perderás la confianza en ti, perderás en la armonía en las relaciones con otras personas y perderás la oportunidad y tu derecho sagrado a aprender y crecer interiormente. También te invito a que te preguntes en qué situaciones retadoras de tu vida te has hecho cargo y has asumido o estás asumiendo tus emociones o las consecuencias de tus acciones. Al reconocer estas situaciones, reconoces que sí eres capaz de asumir, que sí tienes el poder. Cada vez que estés viviendo una situación retadora y sientas la tentación de huir o de culpar a otros, recuerda los momentos en los que has asumido y las ganancias que has obtenido y llénate de ánimo y de valor para asumir esta nueva situación.
Respeto:
Te invito a que reflexiones y te preguntes si en este momento te estás relacionando con personas a las que estás irrespetando al no permitirles asumir su vida y sus propios procesos de aprendizaje. Mira si te está sucediendo en tu casa, con alguien de tu familia, en tu trabajo o con tus amigos. Al identificar esos casos, pregúntate qué podrías hacer diferente a partir de ahora, desde la conciencia y desde al amor, para restablecer sus derechos a aprender y a asumir sus vidas. Es posible que algunas de esas personas se molesten al principio, pero si actúas desde el amor y les explicas y los sigues acompañando y apoyando, sin interferir, al final te lo agradecerán el resto de sus vidas.
De la Resignación a la Ambición
Te invito a explorar estas reflexiones y/o acciones para reconocer y activar en ti las Competencias Internas que te ayudarán a liberarte de los estados de Resignación, para pasar al estado de Ambición.
La Confianza:
Confiar en ti mismo: Hay muchas cosas que de seguro sueñas con hacer, pero que no te has atrevido, porque temes fallar, o porque crees que no serás capaz. Por eso quiero invitarte a que te hagas esta pregunta poderosa: ¿Qué te atreverías a hacer si no tuvieras miedo? Haz la lista de todas las cosas que deseas lograr, pero que todo el tiempo un “diablito” interior te está diciendo que jamás las lograrás, que eres un iluso y que vas a fracasar en el intento, por lo que no te has atrevido a hacerlas. Para cada cosa, pregúntate qué te conversas en tu mente que te hace sentir ese miedo y qué creencia alimenta esa conversación. Reconoce la creencia que te limita y trata de cambiarla por una que te haga sentir más libre. Esa nueva creencia motivará en ti nuevas conversaciones que te animarán a entrar en esa cueva a la que te da miedo entrar, para descubrir una nueva gran pasión. Para cada cosa, pregúntate, además, qué necesitarías aprender, qué habilidad tendrías que adquirir para aumentar la confianza y busca quién te puede apoyar para adquirir esa habilidad.
Ser Confiable: Te invito a que identifiques en qué situaciones has incumplido un acuerdo o un compromiso y en qué situaciones has reaccionado de forma agresiva o explosiva ante algo que te hayan dicho. Pregúntate si te gustaría relacionarte con una persona así. Tal vez concluyas que no te gustaría relacionarte con personas que reaccionen de esa forma o que incumplan sus acuerdos. Ahora pregúntate cómo te hubiera gustado actuar para cumplir esos compromisos y cómo te hubiera gustado reaccionar ante eso que te dijeron, para ser más confiable. Siembra esa reflexión en tu conciencia y comprométete a honrar todos los acuerdos que hagas y a tomar y procesar la información que recibas, evitando reaccionar.
Confiar en los demás: Te invito a que hagas la lista de las personas con las que te relacionas con más frecuencia, en tu trabajo, en tu estudio, tu círculo de amigos, o tu familia. Pregúntate qué tanto confías en cada una de esas personas. Si hay alguna en la que no confías, reflexiona si es algo que crees que se puede arreglar conversando con ella; de lo contrario, mira la forma de delimitar tu relación con esa persona. Si es un colaborador, despídelo con amor, entendiendo que te haces un favor y le haces un favor. Si es un familiar o un amigo, limita tus interacciones con esa persona al mínimo necesario, de forma que no dependas de ella para las cosas que son importantes para ti. Rodéate de personas en las que tú puedas confiar y permíteles que honren tu confianza.
Confiar en la Vida: Si al irte a dormir en la noche, hay cosas que te quitan tu paz interior, pregúntate si para cada una de esas cosas, estás actuando, dando lo mejor de ti, tu 100%. Si al hacer la reflexión, reconoces que puedes dar un poco más, o hacerlo mejor, comprométete con hacer esos ajustes a partir del día siguiente y duerme tranquilo y en paz. Si sientes que estás dando lo mejor de ti y no hay nada que creas que puedas hacer mejor, igual duerme tranquilo y confía en que solo vivirás las experiencias que te corresponda vivir, de acuerdo con tus acciones y con tu necesidad de aprendizaje. Recuerda que cuando das lo mejor de ti, el resultado será siempre el mejor posible, así no sea el que esperabas.
La Disponibilidad:
Te invito a que te preguntes si identificas en tu vida a algunas personas a las que les estás restringiendo tu capacidad de servir, o si las estás sirviendo sin dar lo mejor de ti. Pregúntate qué puedes hacer a partir de ahora para transformar esa situación y prestarles tus servicios de forma incondicional y dando lo mejor. Pregúntate si alguna vez has recibido un llamado de servicio que ignoraste o al que le dijiste que no, a pesar de saber hacerlo, tener los recursos y poder hacerlo. Reconoce esos llamados para que, a partir de ahora, no los dejes pasar. Recuerda que, estar siempre disponible para servir, te abrirá los caminos a nuevas y mejores posibilidades.
La Flexibilidad:
Te invito a hacer el siguiente ejercicio que te ayudará a aumentar la flexibilidad en tu vida: Identifica en qué situaciones de tu vida percibes que te estás comportando con rigidez. Las puedes reconocer porque son aquellas que están soportadas en conversaciones internas como: “No me voy a dejar esta vez”, o “por qué me cambian los planes”, o “siempre soy yo el @#*&% que cede; no más!”. Al reconocer esas situaciones y tus conversaciones internas, pregúntate qué creencias están detrás de esas conversaciones. Por ejemplo, “si doy mi brazo a torcer voy a perder el respeto de los demás”, o “van a pensar que soy una persona débil”, o “el que la debe la paga”. Todas esas creencias son limitantes porque te llevan a entrar en conflicto con los demás y, al final, a sentirte mal y a tener malos resultados. Identifica qué nuevas creencias puedes utilizar para remplazar esas que te limitan y haz la repolarización de cada creencia limitante que obstaculice tu capacidad de ser flexible. Por ejemplo, podrías sustituir las creencias anteriores, con otras como: “Esa otra opción también satisface el propósito, así que cederé y, además, felicitaré a esa persona por esa gran idea”, o “al ceder, verán que soy una persona sensible y me ganaré su confianza”, o “los errores los debe asumir quien los cometió, no yo; mi trabajo es enfocarme en procesar mi malestar, resignificando y perdonando”. Al repolarizar las creencias que te limitan, será más fácil entrenar tu flexibilidad.
Cambiar las Circunstancias:
Como reflexión práctica de esta competencia, te invito a preguntarte: ¿En qué casos te está faltando decir NO?, ¿en qué casos te está faltando decir SI?, ¿en qué temas has dicho que si, pero no has sido coherente con ese compromiso?, ¿en qué asuntos te está faltando reconocer que no sabes, para abrirte a aprender y expandir tu zona de confort? Todas estos casos que identifiques son oportunidades para cambiar esas circunstancias y transformar tu realidad, así que te invito a que inicies desde ya.
Hacer que las cosas pasen:
Quiero invitarte a que identifiques una situación en la cual te estés quejando. Puede ser una queja puntual que tienes en este momento, o podría ser una situación de la que te llevas quejando mucho tiempo. Pregúntate qué tendría que suceder para que te dejaras de quejar. Al responder esta pregunta, ya tendrás claro cuál es el pedido. Ahora pregúntate a quién tendrías que hacerle esa solicitud. Recuerda que esa persona debe cumplir con los tres requisitos de saber cómo hacerlo, tener el poder para hacerlo y tener los recursos para hacerlo. Teniendo definida la persona, pregúntate cómo tendrías que estructurar el pedido para que este sea claro. Recuerda que el pedido debe decir claramente qué quieres, cómo lo quieres y cuándo lo quieres. Con el pedido ya estructurado, ve, habla con la persona y hazle el pedido. Te invito a que estés abierto a escucharla, a negociar y a ajustar tu pedido, de forma que sea viable cumplir con la solicitud. Después de negociar, pídele su confirmación y ten claro qué tendría que suceder para que puedas cerrar el pedido. Verifica que el pedido se haya cumplido. Si ya se cumplió, ya lo puedes cerrar. ¡Felicitaciones! ¡Has logrado salir de la queja y has hecho que las cosas pasen!
Espero verte pronto!
Deseo que hayas disfrutado la lectura, que veas la información valiosa para tu organización y para tu vida y que estén considerando llevarla a la práctica. Te invito a leer mi libro Cómo Sembrar Felicidad en la Organización y en tu Vida, para lo cual te invito a ingresar a este enlace, para que lo puedas adquirir, dependiendo del lugar en el que te encuentres:
Además, si quieres que te acompañe a desarrollar Sembradores de Felicidad en tu organización, te invito a que conversemos. Me puedes contactar por cualquiera de estos medios:
Email: humberto@beeon.co
WhatsApp: +57-316-473-2699